Lo clásico cuesta caro
Casi cuarenta años atrás, a mediados de los 70, a EvangelinaRojas de Quiñones se le encendió el foco. Los comensales del restaurant
Miraflores, ubicado entonces en El Prado, le exigían un plato colectivo, uno
que además permita despabilarse para continuar en buenas condiciones la reunión
amistosa o familiar. Así nació una de las más emblemáticas delicias de la
gastronomía local: el pique a lo macho. No mucho ha cambiado desde aquellos
años, al menos no en el Miraflores (ahora ubicado en la calle Tarija No. 1314,
a pocas cuadras del estadio).
Parte del éxito del local es seguramente su fidelidad al
preparado original, que consiste en carne de res picada en cubos, papas fritas,
chorizo criollo, tomate, locoto… y pare de contar. La simpleza sin embargo sabe
conquistar el paladar. Su apariencia da la idea de una comida casera, lo cual
le da un plus a la experiencia.
El plato, que llega tras cerca de 20 minutos de ser pedido a
la mesa, se muestra bien equilibrado, sin estar sobreabundantemente cargado de
papa (consistente y sólido por fuera, harinosa por dentro) ni de tomate. La
carne, lo principal de este asunto, viene con un jugo propio –ni exagerado ni
escaso- que asimismo parece un preparado en base a ingredientes naturales, idea
que es reforzada al percibirse apenas unos buenos toques de pimienta o de un
caldo apenas rociado poco antes. El chorizo de cerdo -único y espléndido-
contrasta debidamente con los pedazos de res y uno puede llegar a enviciarse de
éste. El locoto –cortado en rodajas, lo que según dicen aumenta su agresivo
potencial- y el tomate aportan la frescura necesaria a un plato que, de no ser
por varios detalles, sería perfecto.
Uno de ellos es que, pese a la rapidez, los platos no llegan
muy calientes. La carne, por otro lado, no está trozada de manera uniforme, por
lo que la cocción -aunque buena- tampoco lo es. Y claro, ninguna de las –muy pocas-
rodajas de tomate que nos tocaron debería estar verde, como algunas que tuvimos
que dejar.
Por otro lado, considerando que el medio plato (que alcanza
para una persona con no demasiado apetito) y el plato entero (que alcanza para
un adulto y tal vez un niño pequeño) cuestan Bs 44 y 56, respectivamente, todos
los detalles deberían ser cuidados. Y es que los piques llegan en vajillas
viejas y de las más baratas del mercado. Parecen sacadas de la tienda de la
esquina a donde uno acude cuando es invitado de última hora de un matrimonio. Y
los cubiertos están igualmente muy trajinados, lo cual se comprueba en los
mangos de madera, donde con microscopio se podría encontrar una verdadera
fauna. Los manteles -descoloridos- son limpios, pero igualmente tienen en su
haber cientos de comensales, como las alcuzas, sucias algunas, aunque
conteniendo un rico vinagre casero. Casera –aunque carente de una dosis
adecuada de sal- pretende también ser la llajwa, cuya presentación hace dar la
esperanza de haber sido molida en batán o en una ingeniosa procesadora.
En cuanto a la atención que nos tocó, que sin llegar a ser
excelente -ésta la es cuando el garzón muestra un completo interés por el
bienestar de los clientes- fue correcta y más o menos veloz. Por lo demás, el
lugar merecería mayores elogios -por ejemplo al no estar saturado en su acústica-
de no ser porque la decoración nos pareció algo extraña, vimos algunas paredes
y pisos deteriorados y, sobre todo, el baño de damas -si bien con buena
infraestructura- está ubicado al lado de la cocina y lo encontramos no muy
cuidado.
Con todo, comer el tradicional pique del Miraflores -que
también ofrece innovaciones como el pique a lo chancho- es una experiencia
placentera, aunque requiera de una fuerte inversión (la infaltable bebida tiene
algunos precios como estos: cerveza Huari Bs 18, Jugo del Valle Bs 12 y Coca
Cola de litro Bs 10), lo que hace que un almuerzo familiar para tres adultos y
un niño llegue a costar casi Bs 200. Lo clásico cuesta caro, pero alguna vez lo
vale.
Locotos del 1 al 5
Plato:
Relación costo/beneficio:
Calificación general:
piquesillpanchopicante@gmail.com
muy buena critica.. como anillo al dedo
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con todo. A pesar de las carencias, sigue siendo uno de los mejores piques de Cocha.
ResponderEliminarNotable crítica, muchachos. Hacía falta este trabajo en nuestro medio. Sin crítica es difícil mejorar. Ya esperamos las próxima!